por Norberto Ferrer La enfermedad “habla”, y si el sujeto enfermo en su agobiante mortificación puede asumir su mensaje y pedir ayuda, inicia allí, por la vía regia de una confianza
por Norberto Ferrer La enfermedad “habla”, y si el sujeto enfermo en su agobiante mortificación puede asumir su mensaje y pedir ayuda, inicia allí, por la vía regia de una confianza